Desde pequeña me costaba acostumbrarme a los grandes cambios, quizás no importantes para otros, pero me era imposible adecuarme con la facilidad que el resto lo hacía. Desde que me cambié de dormitorio, dejé el colegio y la pre, hasta que me despojé de mis peluches favoritos o libros del colegios que jamás en mi vida volveré a ver. Hoy estas líneas nacen por mí, por una persona distinta tanto interna como externamente, una que solo desea expresar como se siente.
Mi alma tiene un canto sollozante que la inquieta, aunque muchas veces desee demostrar lo contrario. Mis bromas, mi sonrisa impecable y mis abrazos intensos, a veces no parecen ser suficiente para sentirme viva. Algo muy grande murió en mí, no sé cuando ni como pasó, solo sé que ya no está y lo que se pierde es muy difícil que vuelva.
Quizás parezca absurdo, pero el adecuarme a un nuevo utensilio también es un paso gigantesco en mi andar. Creo que usar un par de ventanitas delante de mí es una transición que no pensé pasar, al menos no tan prematuramente. Fue una contribución más a que mis dolencias sobre mi persona se deterioren. La elección de este par de ventanas fue alocada y apresurada, decidí rápidamente y pensé que sería asombroso que todas las decisiones de la vida fueran así de efímeras y fructíferas.
Ahora al verme no me reconozco, ¿Tanto habré cambiado en tan poco tiempo?... ¿Qué pasó con la chica que añoraba ser psicóloga? O aquella que decía que no estudiaría en una universidad que no tenga el nombre de “Católica” en todas sus paredes, creo que se evaporó de un día para el otro. Amé la elección de ser periodista y ahora me perturba la idea de tener un título de “Comunicadora social”, son gajes del oficio y como todo, siempre tiene sus pros y sus contras.
He ganado muy buenos amigos, pero he perdido unos cuantos también. Todo va mutando según como vamos caminando y aunque me cueste estoy aprendiendo a superar ese tipo de conflictos internos y no reflejarlos tanto o al menos no tan a menudo. Podría agradecer a tantas personas en este repertorio amical, pero creo innecesario siquiera nombrarlos, solo deseo que sepan que están presentes siempre aunque por distintas razones a uno que otro ya no lo pueda ver tan seguido como desearía hacerlo.
Mi alma tiene un canto sollozante que la inquieta, aunque muchas veces desee demostrar lo contrario. Mis bromas, mi sonrisa impecable y mis abrazos intensos, a veces no parecen ser suficiente para sentirme viva. Algo muy grande murió en mí, no sé cuando ni como pasó, solo sé que ya no está y lo que se pierde es muy difícil que vuelva.
Quizás parezca absurdo, pero el adecuarme a un nuevo utensilio también es un paso gigantesco en mi andar. Creo que usar un par de ventanitas delante de mí es una transición que no pensé pasar, al menos no tan prematuramente. Fue una contribución más a que mis dolencias sobre mi persona se deterioren. La elección de este par de ventanas fue alocada y apresurada, decidí rápidamente y pensé que sería asombroso que todas las decisiones de la vida fueran así de efímeras y fructíferas.
Ahora al verme no me reconozco, ¿Tanto habré cambiado en tan poco tiempo?... ¿Qué pasó con la chica que añoraba ser psicóloga? O aquella que decía que no estudiaría en una universidad que no tenga el nombre de “Católica” en todas sus paredes, creo que se evaporó de un día para el otro. Amé la elección de ser periodista y ahora me perturba la idea de tener un título de “Comunicadora social”, son gajes del oficio y como todo, siempre tiene sus pros y sus contras.
He ganado muy buenos amigos, pero he perdido unos cuantos también. Todo va mutando según como vamos caminando y aunque me cueste estoy aprendiendo a superar ese tipo de conflictos internos y no reflejarlos tanto o al menos no tan a menudo. Podría agradecer a tantas personas en este repertorio amical, pero creo innecesario siquiera nombrarlos, solo deseo que sepan que están presentes siempre aunque por distintas razones a uno que otro ya no lo pueda ver tan seguido como desearía hacerlo.
Estas líneas son para mí, para mis cambios, para mis metas y para mis nuevas ilusiones que aunque varíen jamás dejarán de ser MIAS. Gracias por leerme donde quiera que estés...
1 comentario:
Novia me encanta como escribe... usted es tan dulce... sí, así es como la veo...esa que me da tremendos abrazotes,Dios no sabe que bien me hacen sentir... la adoro y es una de las personas más bellas de este mundo, y en todo sentido jeje!
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