lunes, 16 de julio de 2007

Un mundo al revés

A lo largo de mi corta existencia me he sentido muy intimidada por diversos motivos. Uno de ellos es la impotencia que recorre mi ser cuando veo a algún niño dándoselas de comerciante. Es definitivamente uno de los peores espectáculos que existe.

Uno que no será cambiado, ya que se ha vuelto parte indispensable del circo al que nos enfrentamos hoy en día. Todo ello que apreciamos en la televisión, en series o películas son parte de este mundo real que tanto deseo evitar...

Debo entender que nada se soluciona simplemente cambiando de canal...

¿Qué opciones se presentan cuando posees decisiones importantes en tu vida?... INNUMERABLES en realidad... pero la razón y la opinión de otros solo te permite confrortar a un par de las mismas. Llegué a la conclusión que nos enfrentamos a mucho más que ello... donde la apariencia gana, donde cualquier hecho fuera de lo común puede llegar a generar decisiones determinantes.

¿Qué ocurre si ven a un pequeño cachorro en silla de ruedas?... ¿Será acaso tan agradable como uno que anda jugueteando por todos lados?... Dura pregunta... ¿no es así?. No será lo mismo que pasa entre seres humanos... las mismas caras de asombro que se producen al ver a alguien distinto a ustedes, a lo que están acostumbrados... a aquello que sale totalmente a su concepto de "normal"...

Un mundo como este no está preparado para el cambio, porque jamás se logrará conseguir la uniformidad que se desea. Siempre existirán elementos que colaboren a que te decepciones más del resto y hasta de ti mismo. Algunas veces es tan absurdo arrepentirse por el pasado, es casi tan ilógico como desear que esa oportunidad perdida vuelva a nosotros.

No hay comentarios: